Protección contra luz azul sin gafas

Estamos expuestos de forma continua a la luz azul, tanto la natural del día como la artificial de pantallas de móviles y ordenadores. El problema es que dichas pantallas son fuentes de luz azul activas, que afectan negativamente al cuerpo. Pero no con las CAPS protect de RINGANA, el escudo protector interior.

Existen dos fuentes de luz azul. La luz azul natural, que emana del sol, nos marca la diferencia entre el día y la noche. Y existe la luz azul artificial, emanada por móviles, ordenadores y otros dispositivos. A menudo por motivos laborales, exponemos nuestro cuerpo a estas pantallas durante horas cada día. Mal, porque la luz azul puede dañar la retina y alterar nuestro biorritmo. Las pantallas digitales engañan al cuerpo simulando vigilia, al inhibir la hormona del sueño de la melatonina. Como consecuencia, se sofoca el sueño, cuesta más dormirse y el reloj biológico queda descompensado.     

Para protegerse
existen tres opciones:

#1 Se acabaron las pantallas. Esta opción cae por su propio peso: es imposible sustraerse al móvil, ordenador y similares, sobre todo si son herramientas de trabajo.

#2 Gafas anti luz azul. Tampoco son la panacea: el efecto moda es discreto, molestan si no estamos acostumbrados a llevar gafas y distorsionan los colores. En resumen, están poco indicadas para personas que trabajan en el sector gráfico.

#3 Así que solo quedan las CAPS protect de RINGANA. Protegen los ojos contra luz azul desde dentro. Unos metabolitos secundarios cuidadosamente seleccionados ayudan a reducir la concentración de radicales de oxígeno en las células, actuando como “gafas protectoras interiores”.

Es bueno saber…

En 2018, los austríacos utilizaron el móvil durante 3,4 horas diarias (fuente: estudio MMA). Y eso sin contar el uso de otros dispositivos, como tablets, ordenadores o televisión. Los alemanes pasaron el mismo año más de 10,5 horas al día consumiendo medios digitales (fuente: VAUNET). Un montón, considerando que el día tiene 24 horas. Así pues, nos pasamos casi medio día fijando la mirada en soportes digitales.

¿Dónde se nota en primer lugar? En los ojos, claro. Ardor, picor, dolor: para muchos es imprescindible mirar continuamente pantallas digitales si su trabajo cotidiano depende del ordenador, móvil o similar. Los expertos llaman la carga excesiva de los ojos debido a pantallas digitales “síndrome de ojo seco”. Puede llegar a causar dolor de cabeza, sensibilidad a la luz o cansancio. Una de las causas está en la luz azul, que además penetra en las capas dérmicas y puede causar un envejecimiento rápido de la piel.

Las CAPS protect protegen el cuerpo
contra luz azul desde dentro.